lunes, 9 de marzo de 2015

Crónica del XV Festival Taurino a beneficio de la AECC en Jaén

FESTIVAL TAURINO A BENEFICIO DE LA ASOCIACION ESPAÑOLA CONTRA EL CANCER EN JAEN.  7 de marzo de 2015.

Tres cuartos de entrada registraba la Plaza de Toros de Jaén. El púbico que llenaba los tendidos, solidario con los fines benéficos de este XV festival taurino, en parte no es el que habitualmente acude a las corridas en Jaén. Sirva este tipo de eventos para captar afición en la capital jiennense, que falta nos hace.
Se lidiaron seis novillos de Domingo Hernández y un eral de Enrique Ponce que dieron buen juego. Al 6º se le premió con la vuelta al ruedo.
Juan Antonio Ruiz “Espartaco”, recibió al primero de la tarde con una larga cambiada y pases a la verónica de calidad. Con la muleta instrumentó seis series con ambas manos de calidad muy aplaudidas, pero no tuvo suerte con los aceros, pinchando en cuatro ocasiones, pese a que entró con rectitud, perdiendo los trofeos. No obstante nos dejó para el recuerdo una gran faena propia del gran torero que sigue siendo. Le deseamos suerte para su próxima reaparición en Sevilla.
Se fue a porta gayola Manuel Cruz “Morenito de Jaén” que se despedía de los ruedos. El diestro, nacido en San Sebastián, pero afincado en Jaén, había tomado la alternativa en esta plaza el 21 de abril de 1.984 de manos del malogrado  Francisco Rivera “Paquirri”, siendo testigo Luis Francisco Esplá. La confirmó en Madrid el 16 de abril de 1.989 y posteriormente cambió el oro por la plata. Gran reiletero y de sobrado valor, cumplió su deseo de despedirse, en esta ocasión, de matador. Como decimos se fue a la puerta de chiqueros para recibir a su novillo de rodillas, con mala fortuna ya que resultó arroyado. No obstante se recompuso y al hilo de las tablas dio una larga cambiada a la que siguieron tres verónicas de calidad que fueron rematadas con media. Intentó hacer un quite por lopecinas resultando nuevamente prendido por el novillo. Cumplió en el tercio de banderillas, teniendo el detalle de haberlas vestido de color rosa; el del lazo del cáncer de mama. A los acordes del pasodoble que lleva su nombre, toreo muy despacio con la muleta, dando pases profundos de gran calidad, alternando con otros de rodillas, demostrando que a sus 56 años está en gran forma física y conserva el valor de cuando era novillero. Terminó su actuación con una fulminante estocada, que fue la mejor de la tarde. Cortó las dos orejas.
Enrique Ponce demostró que es una de las máximas figuras del toreo y que domina todas las situaciones. Lo difícil lo hace fácil. Recibió a su enemigo con buenos pases a la verónica rematados con una media de cartel. Con la franela instrumentó varias series con ambas manos, con pases muy ligados toreando en redondo a los sones de “Manolete”. Terminó su faena con una estocada hasta la empuñadura y fue premiado con dos orejas.
El diestro de Jerez, el maestro “Padilla”, demostró una vez más que es el “Ciclón”. Tres largas cambiadas  de rodillas, al hilo de las tablas y un quite con el capote, alternando chicuelinas con tafalleras, rematadas con una media y una serpentina, dejaron en la retina la plasticidad de lo que es torear: arte. Dos pares de banderillas, el segundo de gran calidad y uno al violín fue su actuación en este tercio que no dejó a nadie indiferente. Con la muleta resultó prendido sin consecuencias, al instrumentar un molinete de rodillas. Continuó su faena con varias series por ambas manos estando en valiente. Tras una estocada algo trasera terminó con su enemigo, siendo premiado con dos orejas.
Javier Conde cumplió con el capote en sus pases de recibo y llevó al caballo, a su novillo por chicuelinas. Con la muleta instrumentó pases sueltos de calidad dando varias series por ambas manos que no llegaron del todo a los tendidos. Pinchó en la primera entrada y seguidamente recetó una estocada algo caída, recibiendo una oreja que otorgó la presidencia ante la petición mayoritaria del público.
El “Fandi” recibió con verónicas de rodillas. El quite con tres lopecinas, dos chicuelinas (una de rodillas) y una revolera, arrancó los aplausos de los tendidos. Dos pares de banderillas espectaculares y uno al violín dieron pie a un cuarto par que resultó deslucido. Con la muleta inició la faena dando derechazos de rodillas continuando con varias series por ambas manos que fueron aplaudidas. Una estocada casi entera y algo tendía le fue suficiente para terminar con el novillo, que fue premiado con la vuelta al ruedo y al que cortó las dos orejas.
Terminaba este festival con la actuación del novillero sin caballos, Alfonso Cadaval, que lidió un eral de la ganadería de Enrique Ponce muy bien presentado al que no pudo lucir con el capote, pues no se empleaba pese a insistirle. Ya con la muleta instrumentó una larga faena que fue de menos a más dando varias series por ambas manos. Terminó con una tanda por naturales que dejaron buen sabor de boca. Entró a matar dejando una estocada algo defectuosa, que le obligó a descabellar. Fue premiado con una oreja.

Antonio Luis Gómez Jiménez
Presidente del Círculo Cultural Taurino de Jaén


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